febrero 10, 2006

Sentido Común ¿No había Muerto?

Me pareció excelente esto que fue publicado en la web, de manera que quiero compartirlo con mis amigos:

La Triste Muerte de Sentido Común

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, Sentido Común, que ha estado entre nosotros durante muchos años.


Nadie sabe a ciencia cierta, cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento ya hace mucho se han perdido en los vericuetos de la burocracia.

El será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como entrar y salir de la lluvia, por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices y los bueyes lerdos siempre beben agua turbias. La vida no siempre es justa y tal vez haya sido yo el culpable.

Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas) y estrategias paternales confiables, (los adultos, no los niños, están a cargo).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas, pero arbitrarias, olvidando que el Camino al Infierno está pavimentado de Buenas Intenciones.

Informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haberle dado un beso a una compañera de clase; adolescentes suspendidos del colegio por haber usado enjuague bucal después de almorzar; y que una maestra fuera despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros simplemente por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Declinó aun más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una Aspirina, protector solar, o colocar una cinta adhesiva a un alumno; pero, eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar.

Sentido Común perdió su deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en contrabando; las iglesias en negocios; y los criminales recibían mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión.

Finalmente Sentido Común se rindió y perdió definitivamente su voluntad de vivir cuando una mujer fue incapaz de comprender que una taza de café hirviendo, quema. Derramó un poco sobre su falda, y muy pronto logró un "jugoso" arreglo de su empleador.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza; la de su esposa, Discreción; su hija Responsabilidad y su hijo, Raciocinio.

Lo sobreviven sus tres hermanastros; Conozco Mis Derechos, Otro Tiene La Culpa y Yo soy Una Víctima.

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido.

febrero 05, 2006

Creencias, tolerancias y peligros

Las caricaturas de Mahoma han levantado una polvareda que va a tardar en aquietarse. Por desgracia me parece que el asunto no va a terminar en la quema de algunos consulados o representaciones diplomáticas y empresas extranjeras en países musulmanes.

Se vienen tiempos difíciles y creo que tenemos que empezar a reconsiderar y analizar el asunto de las tolerancias y los fundamentalismos, porque en cualquier momento van a comenzar a golpear a nuestra puerta, y no habrá vecino que le preocupe si van a golpear la suya –porque no habrán quedado vecinos. Ya se los habrán llevado a todos.

La cultura que impera estos días de corrección política en Europa y parte de los EEUU y Canadá, es que "hay que honrar y respetar las creencias de los demás pueblos," porque es parte de un comportamiento civilizado y cortés.

Pero, qué hay entonces de honrar las creencias de los dibujantes de las caricaturas de Mahoma? La idea de que dibujar una imagen en pedazo de papel es causa válida para destrozar, quemar, secuestrar, amenazar de muerte a otros que nada tienen que ver con el asunto es una concepción enfermiza y falsa propia de las culturas primitivas y fundamentalistas, y muy común en el mundo árabe y musulmán, y los pueblos que viven en occidente deberían oponerse a estas prácticas de intolerancia que amenazan con extenderse.

El más válido y punzante comentario sobre esta cuestión fue publicado por el editor de un diario Musulmán en Jordania, curiosamente, y decía:

"Musulmanes del mundo, sean razonables.

¿Qué trae más prejuicio y discriminación contra el Islam, estas caricaturas –- o las fotos de un secuestrador degollando a su rehén en frene de las cámaras, o un suicida que hace explotar su bomba durante la ceremonia de una boda en Amman?"



Por supuesto, por haber rogado a los Musulmanes ser razonables, el editor fue despedido de su puesto, amenazado de muerte y forzado a esconderse para salvar su vida y la de su familia. ¿Me piden que honre las creencias de sus perseguidores que lo han acosado, despedido de su trabajo, y lo han condenado a la clandestinidad… sólo por haberles pedido ser razonables? Bueno, comenzaré a honrar sus creencias –- después de que ellos honren las creencias del editor razonable.

Los Cristianos modernos han visto peores caricaturas que simplemente ponerle cuernos del Diablo a Jesús, o dibujar a la Virgen María en situaciones eróticas o pornográficas. Pero han conseguido no salir en estampida degollando a los herejes y quemando embajadas y edificios como represalia. Parte de honrar las creencias de otros pueblos es aflojar las intolerancias hacia los pueblos que les gusta hacer dibujitos de la manera que a ellos más les gusta.

Honro y respeto las creencias de los artistas y dibujantes; no me molestan las caricaturas sobre Mahoma, Moisés, Buda, Cristo, o Satanás. Me avergüenza que los diarios de todo el mundo no hayan tenido los huevos de hacer lo que los diarios alemanes, noruegos y dinamarqueses han hecho.

Llega el momento en que las creencias de alguien entran en conflicto con las reglas de la Ley, o con el comportamiento gentil y "civilizado", y la sociedad moderna. Si su "religión" o sus "creencias" requieren que usted abuse de sus hijos, por ejemplo (y muchos lo hacen y lo seguirán haciendo), me temo que el "honrar sus creencias" se va al tacho de la basura –- adonde pertenece.

Hace pocos días un musulmán en Jordania mató a su hija de 14 años, impulsado por sus convicciones religiosas, porque sospechaba que no era virgen. ¿Debo honrar y respetar sus creencias? Perdón, puede ser que asesinar a su hija sea parte de sus creencias religiosas, pero sin embargo yo lo arrojaría a un calabozo por el resto de sus días, creencias religiosas o no.

Hay y deben seguir existiendo límites a la tolerancia, y esos límites se le pusieron a regímenes intolerantes como el de Hitler, Idi Amín, o Pol Pot (aunque muchos regímenes totalitarios y tiránicos se salvaron durante mucho tiempo y siguen actualemente funcionando porque no se les puso límites a tiempo), y seríamos muy estúpidos si ignorásemos que en este caso hay que ponerlos sin tardanza ni demora --y sin dudar.

No cometan la equivocación de creer que esto pasará y será olvidado. Este asunto no se irá, como tampoco se irá la amenaza Islámico-fascista de muchos intolerantes en el mundo. Con toda seguridad hay musulmanes que son tolerantes, no son fanáticos, y sufrirán las consecuencias del accionar fundamentalista de sus más intolerantes hermanos de creencias -- un evidente caso en donde los justos pagarán por los pecadores.

La libertad de expresión que damos como algo natural y garantizado entre nosotros está bajo ataque, y desaparecerá si no es defendida con valentía y decisión. Hoy, los censores vendrán por algunas caricaturas poco graciosas sobre Mahoma, pero mañana serán sus palabras y sus ideas las que serán silenciadas.

Nos guste o no, ahora todos somos Daneses.