Se vienen tiempos difíciles y creo que tenemos que empezar a reconsiderar y analizar el asunto de las tolerancias y los fundamentalismos, porque en cualquier momento van a comenzar a golpear a nuestra puerta, y no habrá vecino que le preocupe si van a golpear la suya –porque no habrán quedado vecinos. Ya se los habrán llevado a todos.
La cultura que impera estos días de corrección política en Europa y parte de los EEUU y Canadá, es que "hay que honrar y respetar las creencias de los demás pueblos," porque es parte de un comportamiento civilizado y cortés.
Pero, qué hay entonces de honrar las creencias de los dibujantes de las caricaturas de Mahoma? La idea de que dibujar una imagen en pedazo de papel es causa válida para destrozar, quemar, secuestrar, amenazar de muerte a otros que nada tienen que ver con el asunto es una concepción enfermiza y falsa propia de las culturas primitivas y fundamentalistas, y muy común en el mundo árabe y musulmán, y los pueblos que viven en occidente deberían oponerse a estas prácticas de intolerancia que amenazan con extenderse.
El más válido y punzante comentario sobre esta cuestión fue publicado por el editor de un diario Musulmán en Jordania, curiosamente, y decía:
¿Qué trae más prejuicio y discriminación contra el Islam, estas caricaturas –- o las fotos de un secuestrador degollando a su rehén en frene de las cámaras, o un suicida que hace explotar su bomba durante la ceremonia de una boda en Amman?"
Por supuesto, por haber rogado a los Musulmanes ser razonables, el editor fue despedido de su puesto, amenazado de muerte y forzado a esconderse para salvar su vida y la de su familia. ¿Me piden que honre las creencias de sus perseguidores que lo han acosado, despedido de su trabajo, y lo han condenado a la clandestinidad… sólo por haberles pedido ser razonables? Bueno, comenzaré a honrar sus creencias –- después de que ellos honren las creencias del editor razonable.
Los Cristianos modernos han visto peores caricaturas que simplemente ponerle cuernos del Diablo a Jesús, o dibujar a la Virgen María en situaciones eróticas o pornográficas. Pero han conseguido no salir en estampida degollando a los herejes y quemando embajadas y edificios como represalia. Parte de honrar las creencias de otros pueblos es aflojar las intolerancias hacia los pueblos que les gusta hacer dibujitos de la manera que a ellos más les gusta.
Honro y respeto las creencias de los artistas y dibujantes; no me molestan las caricaturas sobre Mahoma, Moisés, Buda, Cristo, o Satanás. Me avergüenza que los diarios de todo el mundo no hayan tenido los huevos de hacer lo que los diarios alemanes, noruegos y dinamarqueses han hecho.
Llega el momento en que las creencias de alguien entran en conflicto con las reglas de la Ley, o con el comportamiento gentil y "civilizado", y la sociedad moderna. Si su "religión" o sus "creencias" requieren que usted abuse de sus hijos, por ejemplo (y muchos lo hacen y lo seguirán haciendo), me temo que el "honrar sus creencias" se va al tacho de la basura –- adonde pertenece.
Hace pocos días un musulmán en Jordania mató a su hija de 14 años, impulsado por sus convicciones religiosas, porque sospechaba que no era virgen. ¿Debo honrar y respetar sus creencias? Perdón, puede ser que asesinar a su hija sea parte de sus creencias religiosas, pero sin embargo yo lo arrojaría a un calabozo por el resto de sus días, creencias religiosas o no.
Hay y deben seguir existiendo límites a la tolerancia, y esos límites se le pusieron a regímenes intolerantes como el de Hitler, Idi Amín, o Pol Pot (aunque muchos regímenes totalitarios y tiránicos se salvaron durante mucho tiempo y siguen actualemente funcionando porque no se les puso límites a tiempo), y seríamos muy estúpidos si ignorásemos que en este caso hay que ponerlos sin tardanza ni demora --y sin dudar.
No cometan la equivocación de creer que esto pasará y será olvidado. Este asunto no se irá, como tampoco se irá la amenaza Islámico-fascista de muchos intolerantes en el mundo. Con toda seguridad hay musulmanes que son tolerantes, no son fanáticos, y sufrirán las consecuencias del accionar fundamentalista de sus más intolerantes hermanos de creencias -- un evidente caso en donde los justos pagarán por los pecadores.
La libertad de expresión que damos como algo natural y garantizado entre nosotros está bajo ataque, y desaparecerá si no es defendida con valentía y decisión. Hoy, los censores vendrán por algunas caricaturas poco graciosas sobre Mahoma, pero mañana serán sus palabras y sus ideas las que serán silenciadas.
Nos guste o no, ahora todos somos Daneses.