En el asunto del cambio climático “n” ha sido bastante constante pero TR se ha trepado a un cohete espacial rumbo a Júpiter. Tanto P como V aumentaron como resultado de ello, pero a causa de la Segunda Ley no se ha tomado ninguna acción verdadera al respecto. Sólo algunos negocios colaterales como el mercado de los bonos de carbono. Pero cuando hay río revuelto siempre hay pescadores que salen ganando.
De hecho, la relación acción/TR permanece siendo casi igual a cero porque en la ciencia del clima no se ha llegado a ningún consenso. No hay tal cosa como ciencia “establecida.” Por el contrario, la relación Retórica/acción se está acercando a infinito.
Como resultado se ha producido un espectacular aumento del Síndrome del Labio Verde o SLV. Este síndrome se caracteriza por los repetidos gestos de los políticos en dirección a una acción sobre el clima mientras que nadie hace nada. Una de las formas más comunes del SLV involucra establecer ambiciosas metas a fechas distantes –mientras se ejerce el poder político en tiempo real.
En este caso, la física de la democracia está gobernada por la física de la realidad. La Gran Ola Verde está quebrando sobre el inextinguible fuego de la civilización. Los gritos verdes son ensordecedores –pero la física hace mucho que es sorda.