diciembre 01, 2005

El Retorno de los Brujos -y Pingüinos

Louis Pauwels y su amigo Bergier publicaron hace varias décadas su famoso libro, El Retorno de los Brujos, que marcó el inicio de una serie de publicaciones sobre la evaluación de mitos populares, entre los que descolló Eric von Daniken.

Pero la frase El Retorno de los Brujos ha quedado para siempre en la cultura occidental como un recordatorio de que las cosas malas nunca mueren y tienen la pésima costumbre de repetirse casi sin variación, y algunas veces con una refinación perversa. Ha sido el caso de las escenas que pudimos ver por televisión –conteniendo con gran esfuerzo las ganas de vomitar – cuando los “señores” Senadores elegidos en la elección de octubre 2005 prestaron juramento en la asunción de sus cargos.


Muy gracioso: ¿prestaron? La pésima y larga experiencia que los argentinos tenemos en el tema nos indica que estos tipos no “prestan” nada y que por el contrario cobran muy caro sus “servicios a la Patria”. Pobre Patria! con servidores de esta clase no necesita enemigos. Cabría preguntarse cuántos de los que retornaron son Brujos y cuántos son Delincuentes Sobreseídos. El pensamiento estremece.


Los comentarios de los observadores políticos –de los honestos e independientes, por supuesto, que van quedando pocos-- han sido demoledores para con la comitiva de Brujos que fue jurando, uno detrás de otros, que serían muchachos buenos y serviciales. Que harían algo bueno por el país. Por mentir en el ejercicio de sus funciones ya deberían haber sido condenados a cadena perpetua, pero los jueces son amigos de ellos. Una mano lava la otra y entre las dos… se reparten el botín a paladas llenas y “containers” hasta el tope. Hablando de containers - ¿Qué hubo de esa línea de 350 kilómetros de camiones con containers que pasaron de contrabando por la Aduana Paralela? ¿En qué quedó todo eso? Entre los que juraron hace días y los que todavía están en el Senado, ¿no hay algunos que estaban complicados en el affaire?


¿No hay algunos que resultaron absueltos de gordos juicios por “falta de pruebas” - (aunque las pruebas sobraban para un pelotón de fusilamiento), o sobreseídos por “falta de mérito”? Ya sabemos que no tiene mérito haber vendido armas fallutas a Ecuador mientras estaba a las patadas contra Perú, ni tampoco es mérito alguno haber contrabandeado armas a Croacia y, de paso repartirse las ganancias entre ellos. Menos mérito todavía, tiene el haber hecho volar por los aires a la Fábrica Militar de Río Tercero para ocultar las pruebas y de paso causar la muerte de demasiadas personas inocentes. Digo demasiadas porque una muerte ya es demasiado.


Y hoy, Dios mío! Están todos de vuelta, dándose palmaditas en las espaldas, saboreando las mieles del éxito y regodeándose en el pensamiento de las futuras ganancias que podrán obtener –aunque esta vez “la Banelco” no funcione con tanta fluidez como antes. Ahora las cosas son de “contado efectivo,” o no hay negocio. Con razón dicen que la corrupción no otorga recibos.


Y apenas tuvimos tiempo de recuperarnos de tan grotesco espectáculo cuando desde las alturas de la pingüinera nos comunican que habrá nuevos pingüinos (no Imperiales sino Bolivarianos) haciéndose cargo de nuestros pocos bienes y propiedades. Así es, porque si usted cree que es dueño de su casa o de algún campito, desengáñese: apenas si usted tiene el permiso y la bendición oficial para usufructuar de sus propiedades hasta que a algún plutócrata se le ocurra que tienen “interés social” y se las expropien por moneditas. Alguien que sabía mucho del tema dijo una vez, “Tiemble el Pueblo: las Cámaras están sesionando –van a votar leyes.”


Una nueva ministra de economía, con un ex-carpintero como asesor, reemplaza a quien se había tornado molesto con los obstáculos que interponía a algunas licitaciones internacionales –donde los sobreprecios y retornos eran ya escandalosos. Mientras nos roban a mansalva los argentinos pensamos en que las vacaciones nos saldrán 20% más caras y que Venezuela nos enviará gas natural.


Me pregunto por qué, entonces, Chávez acaba de firmar un acuerdo con Colombia para construir un gasoducto con el que esta nación que le proveerá de un gas natural que Venezuela no tiene, y que no parece que pueda tener en los próximos 20 años. ¿Cuentos Chinos? Más o menos como las inversiones Chinas en Argentina que nos anunciaron con "bombos" y platillos. ¿Alguien vio alguna?


¿No nos merecemos lo que nos está pasando? Ya ni ganas me dan de seguir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente la lógica y la visión del tema. Comparto totalmente los conceptos del autor. Tarde o temprano vendrán tiempos mejores.

Felicitaciones!